Leyendas... "La Casa de los Perros"

"La Casa de los Perros"

Leyenda de la Casa de los Perros

Una de las grandes casonas que aún se mantienen de pie, despúes de tantos años es la "Casa de los Perros" ubicada en el corazón de nuestra ciudad.

Una testigo callada y firme del paso de los años, ha visto pasar enfrente de ella tantas generaciones e historia...

La famosa casa pertenecía a Don Jesús Flores y a Doña Ana González Rubio. Un matrimonio muy peculiar, pues mientras Don Jesús contaba con setenta y dos años.

Doña Ana era hija de una de las costureras de renombre en nuestra ciudad... Don Jesús se enamora de Elodia, fermana de Doña Ana... y pide la mano a su madre. Pero Elodia rechaza a Don Jesús porque estaba enamorada de otro hombre. Ante esto Doña Ana le propone a su mamá ser ella la que se case con Don Jesús; para lo cual él no tuvo ningún inconveniente. Se celebra la boda y Doña Ana solo pone como condición que se agregue un piso más a la casa. Era realmente la moda en esa época las casas de dos plantas. Además de cumplir con su promesa Don Jesús manda pedir dos estatuas a Nueva York de perros que vieron en una revista. Y desde entonces se han convertido en los guardianes de la misma.

Don Jesús muere y la viuda decide contraer nupcias con Don José Cuervo, quién hasta entonces había sido el admnistrador de Don Jesús.

Ellos deciden no vivir en esa casa y adquieren una nueva en la calle de Colón que era conocida como la calle de la Aduana... ahí viven muy felices...

Mientras tanto en la casa abandonada los perros continuaban su cometido.., custodiarla. La gente inició con una serie de rumores: "...los perros cobran vida por las noches y se pasean por la casa...", entre otras... y posteriormente se rumoró que aquella persona que acudiera al mausoleo de Don Jesús ubicado en el Panteón de Mezquitán y le rezará el novenario completo sería el propietario de la casa.

Nadie jamás pudo lograrlo!!!... pues cuando comenzaban a rezar, una voz fúnebre les contestaba los rezos... y salían corriendo del panteón.

Ahora sigue de pie y con sus guardianes al pie del cañon... Hoy es el Museo de periodismo...